sábado, 7 de julio de 2012

Una carta diferente

UNA CARTA DIFERENTE


Querido amigo Paco:

Creo que me estoy haciendo mayor. Te contaré por qué. En Navidad me regalaron un diario. Cuando abrí el paquete y ví lo que había en su interior, me sentí un poco, más bien un mucho, decepcionado; aunque, claro, nadie se dio cuenta ya que puse mi mejor sonrisa para no ofender.

Durante meses estuvo tirado dentro de un cajón de mi mesita de noche, pero, cuando faltaba poco para terminar el curso, pensé: ¿por qué no?. Ya tengo 13 años, dicen que soy adolescente y que es difícil serlo; tal vez sea interesante ir anotando mis nuevas experiencias. Así que comencé a escribir, aunque reconozco que no soy muy bueno expresando las ideas por escrito. En la portada puse:

DIARIO DE VÍCTOR: El Supermegaguay futbolista de 1ºF

Cuando comienzo a escribir suelo poner la fecha; luego pienso lo que he hecho durante el día y anoto lo diferente.

Los primeros días lo que escribía eran cosas del tipo: hemos ganado el partido; hoy me han puesto un positivo; Celia me ha mirado y sonreído. Pero un día todo cambió. Te voy a escribir en esta larga carta (que espero te leas), los días en los que creo que empecé a hacerme mayor.

21 de Junio de 2.008

Hoy ha terminado el curso. ¡bien!. Ya no tengo que estudiar ni hacer deberes. ¡he aprobado todo!. ¡Mal!. No veré en un tiempo ni a mis compañeros ni a Celia.

Bueno, pero iremos de vacaciones.

En mi casa las vacaciones se organizan de una forma muy peculiar. Se va a un sitio divertido, siempre y cuando esté cerca de algún lugar donde mis padres puedan investigar algún dato sobre el árbol genealógico de la familia. Para ellos es algo apasionante; para mis hermanos y para mí significa que, al menos un par de días de las vacaciones, salimos del camping para visitar algún Ayuntamiento o Parroquia de pueblo en busca de datos. Lo cual es un rollo.

Víctor

28 de Junio de 2.008

Mamá me ha pedido que le pregunte al abuelo la fecha aproximada en la que emigraron a Francia. En principio mi idea era preguntarle y obtener la respuesta y punto. Pero algo sucedió.

Cuando fui a verle estaban echando en su televisor un documental sobre los inmigrantes y cómo arriesgaban sus vidas en las pateras, que son unas embarcaciones muy “cutres” para recorrer una distancia tan grande en un mar tan terrible. Entonces el abuelo me explicó que nadie abandona su país de origen a menos que la miseria o la guerra le empuje a buscar algo mejor, una nueva oportunidad de vivir dignamente con su familia.

Le pregunté por qué emigró él. Me contó detalles que me sorprendieron y me hicieron sentir escalofríos y sobretodo me habló que siempre agradecería a Francia y se sentiría en deuda con ese país, por haberles acogido y dado trabajo para así vivir mejor.

Y hoy, hablando con el abuelo, he comprendido que todos tenemos derecho a una vida digna. Además, he aprendido la importancia de conocer de dónde procedemos, nuestro origen y raíces. ¿Sabías que mis abuelos maternos emigraron y mi madre nació en Francia?

He decidido que, de ahora en adelante, les ayudaré con el árbol genealógico.

Víctor

1 de Julio de 2.008

He descubierto que, el ordenador, además de servir para hacer aburridos trabajos para el Instituto y subir nota y para jugar, es un gran detective. Hoy entré en Google, mi buscador favorito y estuve investigando sobre las pateras. Sale información sobre numerosas ONGs y he descubierto que hay personas que ayudan a otras desinteresadamente:

El Voluntariado

Yo quiero formar parte de él. Quiero ayudar

LO HE DECIDIDO

Víctor

14 de Julio de 2.008

No he parado de preguntar aquí y allá, a mis padres, abuelos y hermano mayor; también he buscado respuestas en Internet.. Quiero ayudar. Me he desilusionado; hasta que sea mayor de edad no me puedo apuntar a una ONG para hacerme voluntario y ayudar a los inmigrantes.

Hasta que tenga 18 años no podré votar al partido político que yo estime que piensa en el bienestar social de todas las personas.

Víctor

20 de Julio de 2.008

Estamos de vacaciones en el camping de la Manga del Mar Menor. Hoy hemos ido a Beniel, un pueblo de Murcia donde nació mi abuela materna. La misión que se han propuesto hoy mis padres es recabar información sobre mi bisabuela. Mis padres me han felicitado por haber colaborado. No me extraña, hasta ahora siempre he ido a esos sitio con cara larga y buscando pelea con los hermanos.

Víctor

25 de Julio de 2.008

Esta noche (hace un momento), mi madre se ha acercado a hablarme. Me ha comentado que últimamente me notaba algo serio a pesar de estar de vacaciones.

Le he dicho que desde que hablé con el abuelo y vi ese documental sobre los inmigrantes, siento la necesidad de apuntarme a una ONG y colaborar como voluntario, así como luchar por las ideas que garanticen el bienestar social de todas las personas, pero para eso tengo que esperar cinco años aún.

Mi madre, que tiene tantas ideas, me ha propuesto que, cuando empiece el Instituto me apunte al periódico escolar y de esa forma, podré colaborar escribiendo y divulgando a los demás estudiantes la problemática existente en el mundo y la forma en que se puede ayudar. Así, aunque aún no sea mayor de edad, estaré poniendo mi granito de arena.

Víctor

12 de Agosto de 2.008

Hace días que acabaron nuestras vacaciones en el camping. Yo, me entretengo investigando sobre el voluntariado. Este curso, me apuntaré al Periódico del Instituto y me propongo escribir mi propia columna. Sé, que en la expresión escrita tendrán que echarme una mano mis padres y mi hermano mayor, porque no es perfecta, así como que mi vocabulario es algo escaso. Pero lo importante es colaborar como sea. Y, cuando menos me lo espere tendré 18 años, me haré socio de una ONG, formaré parte del voluntariado; por supuesto, ya seré un as del fútbol y me sacaré, sin dudarlo ni un instante, el carnet de conducir.

Víctor

Bueno, Paco, ¿a que parece que soy mayor?. Para mí que sí, pues ya no sólo pienso en fútbol, amigos y chicas, también pienso en mis raíces y sobretodo en cómo ayudar a los demás.

Hasta pronto, Víctor


PD: ¡Qué tonto!. Podría haber fotocopiado el diario. Me duele la mano de escribir.

2 comentarios:

  1. Este relato destila candor y bondad. Ojalá los niños de 13 -y más- años fueran así. Desgraciadamente la conversación con el abuelo, el documental y las buenas intenciones de sus padres no serán suficientes para contrarrestar el sinfín de influencias perniciosas que Víctor sufrira en el lapso de unos años. ¿Soy pesimista? Sí. Las soluciones al problema tratado y a otros que implican injusticia y desigualdad están por llegar. Mientras tanto, sólo la acción de unos pocos "samaritanos" mitigarán el dolor y la miseria de todos esos desplazados a los que alguien engañó con el rollo de la Tierra de Promisión.

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  2. Me está asustando que veas mis escritos; tú tan profundo y yo tan ilusa e infantil.

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