domingo, 9 de mayo de 2010

Hasta siempre, compañero

Maestro, que has dado tanto,
jamás llegaste a pensar
que tan pronto, llegarías,
este día, a celebrar.

Los segundos se escurrieron,
los minutos nos marcaron,
las horas se sucedieron,
los días raudos pasaron
Así el tiempo fue corriendo
las semanas enseñaron,
los meses fueron pasando,
los años fructificaron

Los segundos se escurrieron
maestro, con tu ejemplo diario,
construyendo un gran futuro
de valores solidarios

Los minutos nos marcaron
pautas, orden, disciplina.
Gracias maestro por crearnos
hábitos para la vida.

Las horas se sucedieron
asumiendo autonomía,
compromiso en el trabajo,
gracias maestro por tu guía

Los días raudos pasaron
cuando hacías una aventura,
de los temas, imprimiendo
aliciente y hermosura.

Y así el tiempo fue corriendo,
tú nos veías crecer:
en cuerpo, mente y valores,
para un mundo en paz hacer.

Las semanas enseñaron
cien temas interesantes
que con paciencia y con mimo,
maestro, nos explicaste

Los meses fueron pasando
y entre estudios, entre juegos,
nos enseñaste a aceptar
y a querer al compañero

Los años fructificaron
a base de mucho esfuerzo;
jamás, maestro, podré,
compensarte lo que has hecho

Gracias por volcar, maestro,
tus dotes para enseñar,
tu vocación tan profunda,
tu enorme tenacidad

Por querer sacar de mí
lo que guardo en mi interior,
potenciarlo sin descanso
para que yo sea mejor.

Y ahora, los compañeros,
tambien deseamos decir,
que ha sido un honor inmenso
el trabajar junto a tí

Por esa mente brillante
por tu gran compañerismo
por compartir los momentos
tristes y alegres vividos.

Por trabajar sin descanso
buscando el sueño ideal,
sentando bases futuras
para un mundo pleno en Paz.

Aunque hoy salgas de las aulas
sabes que siempre serás
maestro, pues por tus venas
corre el poder de educar

No te olvides de nosotros
que seguimos en la brecha,
las puertas de tu colegio
te esperarán siempre abiertas.

Hasta siempre, Maestra de Infantil

¡Qué suerte, seño, tuvimos
cuando entraste en nuestras vidas!
la iluminaste tres años
con tu entrañable sonrisa

Éramos bebés entonces,
no sabíamos gran cosa
y cada pequeño avance
era ocasión novedosa

Aplaudiste cada paso
que avanzamos junto a tí;
nos enseñaste a querernos,
a respetar, compartir

De abrocharnos el babero
hasta a leer y escribir.
¡Qué suerte la nuestra, seño!
¡Qué suerte tenerte a tí!

Nuestra segunda mamá
cuando estamos en el cole;
nos consuelas si lloramos,
nos marcas muy firme el norte

Junto a tí fuimos venciendo
las nuevas dificultades,
siguiendo tu disciplina
y nadando en tus bondades

Hemos vivido a tu lado
las primeras excursiones,
las fiestas de Navidad,
hasta estar con los mayores

Trataste a todos los niños
al nivel necesitado,
poniéndonos los peldaños
para así, subir bien alto

No importó si era difícil,
no importó el tiempo empleado,
con tu esfuerzo y tu cariño
conseguimos superarnos

Señorita, te queremos,
no te diremos adiós,
pues te tenemos, muy dentro,
prendida en el corazón.

Tus alumnos de Infantil