¡Qué suerte, seño, tuvimos
cuando entraste en nuestras vidas!
la iluminaste tres años
con tu entrañable sonrisa
Éramos bebés entonces,
no sabíamos gran cosa
y cada pequeño avance
era ocasión novedosa
Aplaudiste cada paso
que avanzamos junto a tí;
nos enseñaste a querernos,
a respetar, compartir
De abrocharnos el babero
hasta a leer y escribir.
¡Qué suerte la nuestra, seño!
¡Qué suerte tenerte a tí!
Nuestra segunda mamá
cuando estamos en el cole;
nos consuelas si lloramos,
nos marcas muy firme el norte
Junto a tí fuimos venciendo
las nuevas dificultades,
siguiendo tu disciplina
y nadando en tus bondades
Hemos vivido a tu lado
las primeras excursiones,
las fiestas de Navidad,
hasta estar con los mayores
Trataste a todos los niños
al nivel necesitado,
poniéndonos los peldaños
para así, subir bien alto
No importó si era difícil,
no importó el tiempo empleado,
con tu esfuerzo y tu cariño
conseguimos superarnos
Señorita, te queremos,
no te diremos adiós,
pues te tenemos, muy dentro,
prendida en el corazón.
Tus alumnos de Infantil
domingo, 9 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Aún no he leído el poema, pero lo haré con interés más tarde
ResponderEliminar